miércoles, 26 de febrero de 2014

Por el Cordal de la Morala

Había oído hablar tantas veces sobre esta ruta, que a veces tenía la impresión de incluso ya haber estado allí. El año pasado tuvimos que suspenderla por el mal tiempo, y menos mal, por que yo me la habría perdido. Nos juntamos unos cuantos del grupo y nos fuimos para Vegarada, a encaramarnos a un cordal por encima de los 2000 metros para ir encadenando cumbres en un continuo sube y baja. Todo sonaba genial, eso me encanta. La ruta en si no se presentó demasiado exigente, pero las vistas fueron de 10.






Salimos del Puerto de Vegarada, con la mirada puesta en la Puerta del Faro, aunque este paso le dejaremos para bajada. Ahora la rodeamos hasta alcanzar la altura del cordal más a su derecha.


Poco a poco vamos ganando altura. Con lo dura que está la nieve la subida se hace bastante llevadera.


Todos en fila, como hormiguitas bajo un sol radiante


Aunque en la montaña todo puede puede cambiar en unos minutos, y de pronto nos vimos envueltos entre la niebla


Pero nada nos puede quitar la ilusión, así que seguimos subiendo aunque las nubes no nos dejen contemplar la belleza que nos rodea.


Hasta alcanzar el cordal a unos 2000 metros de altura


Subimos un poquito más...


Y coronamos las Peñas del Faro, primera cumbre del día.


Foto y seguimos, que esto no ha hecho más que empezar. Con cuidado de no acercarse mucho, que está que da miedo...


Cada vez que uno se acercaba un paso más hacia el borde, ya se oía a tres o cuatro gritando: cuidao! no te arrimes! ya, ya tranquilo...! jajaja Pero esta bien saber que vamos pendientes unos de otros


La arista es un continuo sube y baja, que hace que la perfecta fila de las primeras fotos se vaya rompiendo poco a poco. Algunos ya habían alcanzado la cumbre del Pico Huevo entre la niebla...


...en cambio a los más rezagados saldría el sol a recibirnos. Hasta ahora íbamos subiendo entre las nubes con la cosa de ¿quién nos mandará...? pero todo esfuerzo tiene su recompensa, y ver como la niebla desaparecía de repente dejando semejantes vistas ante nosotros, no tiene precio.


Con las pilas recargadas seguimos camino de la Morala, que parece que ya está cerquita. Aunque en la montaña ese término es un poco relativo, y parece que a cada dos pasos que damos, la Morala da otro hacia atrás.


Se hace de rogar, pero al final alcanzamos su cumbre.


Desde la que podemos ver el Bodón y todo su arista hasta el Cueto Cabañas, que ya está en nuestra mente para volver muy pronto.


Ahora nos queda desdoblar el camino recorrido, de nuevo hasta lo alto del Pico Huevo, al fondo.


Las enormes cornisas dan bastante respeto, aunque al mismo tiempo están preciosas


Las vistas inmejorables, hacia cualquier punto que miramos solo vemos montañas y más montañas perdiéndose en el horizonte, quién dijo que Castilla y León era plano?  Cada poco nos vamos parando, jugando a identificar cumbres, podríamos habernos tirado así horas


El Montihuero asomando al fondo


La arista que aún nos separa nos separa del Huevo


Difícil no parar cada poco a hacer fotos y más fotos...


Mientras seguimos subiendo, ya casi estamos



Coronamos el Pico Huevo por segunda vez y continuamos bajando casi sin detenernos.


Sin poder quitar el ojo de encima a la pirámide perfecta del Espigüete, que emerge entre las nubes


Y a Picos...


Seguimos deshaciendo el camino hacia las Peñas del Faro


Pero un poco antes de llegar, nos desviamos a la izquierda


Buscando la puerta del mismo nombre, que ahora si cruzaremos de vuelta al Puerto de Vegarada



Escoltados a nuestra derecha por una enorme torre


Y a la izquierda por un sugerente corredor que nos dice ¡volved pronto! Se intentará... aunque se hace tan corto el invierno y tenemos tantos planes en la cabeza...


Ya solo nos queda bajar hasta los coches, que una vez más, parece que están al lado, aunque la realidad es bien distinta



Mientras, disfrutamos de los últimos rayos de sol, contentos por el gran día vivido ahí arriba, a pesar de que a primera hora parecía que se nos quería resistir. Menos mal que no hicimos caso a alguna voz que se oyó diciendo, con esta niebla no vamos a ver nada, igual era mejor bajar, no merece la pena... Pero el optimismo y la esperanza son lo último que se pierden, y al final, nos vimos recompensados.


No hay comentarios:

Publicar un comentario