martes, 18 de febrero de 2014

Almanzor, un bonito intento

Volvemos a Gredos, ya me lo pedía el cuerpo. Adentrarme en ese mundo mágico, oculto tras el alto de los Barrerones. Esta vez iba con un objetivo desconocido para mi, el Almanzor. Podía haberlo subido en otras ocasiones, pero siempre quise dejarlo para más adelante, esperar a que llegara el momento en que estuviera preparado para subirlo en invierno. No siempre se gana, y al final todo quedó en un bonito sueño... pero nos prometimos no dejar de perseguirle, y que algún día volveremos.




Salimos de la plataforma a las 7 y media, con unos cuantos grados bajo cero y el sol todavía escondido. Vaya frío... a esto no me acostumbro en la vida...


Pero ya está amaneciendo sobre los Galayos...


Y pronto los primeros rayos de sol nos iluminan el camino



Ya son unas cuantas veces las que he subido los Barrerones, pero la emoción que siento al ver como el Circo de Gredos se abre ante mis ojos, creo que nunca cambiará, es algo espectacular, sobre todo en invierno.



Como cada año, la Laguna Grande ha desaparecido bajo la nieve


Así que la cruzamos por encima, con la mirada puesta en nuestro objetivo del día, el Almanzor


En la Norte Clásica la gente ya está haciendo cola para subir. Que envidia me dan... aunque siendo realista tendré que dejarla para más adelante, todo llega


Dejamos a nuestra derecha el Ameal de Pablo, Risco Moreno y Cerro de los Huertos


Y nos dirigimos a las entrañas del Almanzor


Que nos recibe con su cara más salvaje


Escupiéndonos bloques de hielo desde lo alto de sus paredes. 


No son demasiado grandes, y decidimos seguir un poco. En la foto se aprecian las marcas del hielo, que baja rodando como proyectiles. 


A la espalda tenemos el Morezón, los Tres Hermanitos y el Cuchillar de las Navajas


Nos adentramos en la Portilla del Crampón, aquí parece que ya no llueven piedras


Pero hay mucha nieve y la pendiente andará sobre los 65 grados


Y subimos con la duda de como encontraremos la travesía, uno de los pasos clave de esta ascensión


Una vez más, el Almanzor no se muestra acogedor. Esta todo cubierto de hielo, duro como la piedra. Con resignación y un poco de impotencia, nos vemos obligados a abandonar. Quizá perdiendo un poco de altura y asegurando el paso hubiéramos alcanzado el objetivo...


Pero al fondo nos esperaban las canales oscuras, presididas por el Cuerno del Almanzor. Otra vez será, una excusa más para seguir persiguiendo nuestros sueños. Esto no nos va a desanimar, aunque a veces se haga duro aceptar la situación.


La verdad es que las vistas desde aquí arriba son geniales, dan ganas de quedarse


Pero hay que bajar... Destrepamos la primera rampa de la Portilla del Crampón asegurados, que esto está muy pindio y aquí no paras hasta la Laguna.



La cresta de los Tres Hermanitos, como un dragón a punto de emerger entre la nieve. Aunque por lo que pueda pasar, el Perro que Fuma no le quita el ojo de encima.


Seguimos bajando, sin perder de vista las paredes, que siguen escupiendo bloques de hielo cada vez más grandes, aunque en las fotos no se pueden apreciar.


Era imposible no pararse a contemplar semejante espectáculo, tan bonito y peligroso al mismo tiempo. 



Ya de camino al refugio, vemos como el agua intenta ganar la batalla al invierno, que año tras año no le da tregua.


Volvemos a cruzar la Laguna Grande camino de los Barrerones, que si no volvíamos muy cansados, terminan por rematarnos.


Una vistazo atrás, con olor a revancha. Nos vemos pronto...


Todavía sigo aquí y ya estoy pensando en volver. Pero... quién podría resistirse?


Poco a poco el Circo se va escondiendo tras los Barrerones


Dejando atrás otra gran experiencia, esperando que pronto volvamos a vernos las caras. Hasta entonces, seguiremos soñando, eso seguro.


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