domingo, 3 de agosto de 2014

Peña Lusa

20/07/2014
El día anterior en el Valnera, me quedé con ganas de más. Y la vista de Peña Lusa y sus Porras estuvo llamando mi atención continuamente... No había mucho más que pensar. Tras el intento fallido de estas navidades, había que sacarse la espinita, e ir a conocer una montaña que me sorprendió a cada paso que di  sobre su piel de caliza... Una montaña pequeña, si la medimos en altura, pero grandiosa en todos sus aspectos...



lunes, 21 de julio de 2014

Castro Valnera

19/07/2014
Ya había subido al Valnera de pequeño, pero eran pocos los recuerdos que guardaba de aquel día. Que vimos el mar, unas "tumbas" en la pared, y poco más... Cuando un día me planteé tomarme en serio la montaña, también fue de las primeras cumbres que subí, y recuerdo que desde que salí del coche ya iba subiendo por el hayedo con la lengua fuera. No llevaría ni 300 de desnivel y ya iba pensando: me va a dar algo, a ver si esto no va a ser lo mío... Y a día de hoy, parece que salir para hacer menos de mil metros da hasta pereza... El caso es que antes o después, acabaría volviendo, estaba clarísimo. El sábado llegó el momento, y esta vez fue todo lo contrario a la anterior, un simple paseo, sin sofocones, para disfrutar...


sábado, 31 de mayo de 2014

De nuevo, Peñalara

El sábado pasado me cogí a Yarda y nos fuimos a Peñalara, para hacer una "subida rápida" por la tarde. Desde La Granja, eso si, pero rápida al fin y al cabo... Como siempre, esta ruta no defrauda, aunque me quedo con la anterior ascensión en invierno, mucho más montañera, pero estos pinares no tienen desperdicio.. es un placer andar por ellos, correr, o lo que sea...



domingo, 18 de mayo de 2014

Amaneciendo con La galana

Cada vez que iba a Gredos, no podía dejar de mirarla. Siempre me estaba llamando. Aunque el plan siempre era otro... Yo soñaba con subirla desde la Cabeza Nevada, recorriendo esa preciosa cresta que termina en su cumbre. Un día por fin nos fuimos a intentarlo, pero no pudo ser... Se nos hacía tarde, y el mal tiempo terminó por hacernos desistir. Creo que nunca me ha dolido tanto abandonar, volví al coche con una frustración increíble. La tenía tantas ganas... y estuvimos tan cerca... Tenía la sensación de querer borrar ese día de mi memoria, toda la ilusión que había depositado en ese proyecto, se derrumbó en un instante. Aunque después de todo, y pensándolo bien, tampoco fue para tanto. Ese día descubrí uno de los rincones más bonitos de Gredos, los Llanos del Ameal de Pablo. Desde aquel momento, tuve claro que un día tenía que dormir ahí arriba, y ese día llegó, casi cuando menos lo esperaba. 
El fin de semana tenía pensado ir a dormir a la zona del Mampodre, pero según avanzaba la semana, las previsiones cada vez eran peores. El viernes por la noche veo que dan lluvia para el día siguiente, así que sintiéndolo mucho, me tocará quedarme en casa... El sábado me levanto por la mañana, y sin perder la esperanza, lo primero que hago es volver a mirar el tiempo, pero sigue igual. Ya lo tenía asumido, y de repente pensé: a ver, si en el norte no hace bueno, por que no miras hacia el sur... y ahí estaba, haría de lujo. Ya solo quedaba elegir sitio, pienso unos minutos y caigo en la cuenta, el Pozo del Ameal de Pablo. Y de repente me vuelvo a iluminar, si duermo ahí, por la mañana puedo subir a La Galana... Planazo! Cojo todos los trastos corriendo y los echo al maletero, no hago ni la mochila, ya la haré en la plataforma, no hay tiempo que perder!




miércoles, 7 de mayo de 2014

Trasteando en el Susarón

El sábado se nos planteaba un dilema. Ir al monte seguro, pero que hacer... Podíamos intentar alargar el invierno, aunque el estado de la nieve ya es un poco incierto y no sabes que te puedes encontrar. La otra opción era abrir paso al verano, y olvidarnos de pinchar nieve. Optamos por lo segundo, y buscamos una montaña bajita, que ya no tenga nieve pero si un montón de rincones en los que perderse. Y si encima es una desconocida para los dos, mucho mejor! Así que preparamos los trastos y a trastear al Susarón.




jueves, 17 de abril de 2014

Integral de Cardaño, por muy poco...

Cuando todavía no había subido el Espigüete ni el Curavacas, un día oí hablar de la Integral de Fuentes Carrionas. En ese momento ya supe que quería hacerla algún día, aunque no me imaginaba ni de lejos lo que eso suponía. Siempre lo iba dejando para más adelante, y un día vino a mi cabeza la idea de hacerla en condiciones invernales. Llegó el esperado invierno, y un día por otro nunca se daban las condiciones ideales, o no cuadraban las fechas. Viene la primavera y empieza a desaparecer la nieve, pero nunca es tarde, yo quería intentarlo. Varias semanas mirando las predicciones a diario esperando que llegara un fin de semana de buen tiempo, acompañado de los nervios y las dudas de los preparativos. Pienso si quizá estaré loco, hablo con Frajam y me dice que no aunque hay varios pasos a tener en cuenta, pero me da confianza y esperanzas. Le sigo dando vueltas a todo, a la espera de esa ventana de buen tiempo. La parte del Curavacas no la veo clara, la Meseta Inclinada y la zona de las repisas de la cara sur, no me convencen... así que decido alterar el recorrido original para suprimir esa parte que me supone una gran incertidumbre. Diseño una ruta circular, con un desnivel y kilómetros muy similares. Salir de Pino Llano, subir hacia el Alto del Tejo, las Canchas de Ojeda, Hoya Contina, Peña Prieta, Pico Murcia y culminar a lo grande en el Espigüete. Observando el mapa de la ruta, me doy cuenta de que traza un círculo que envuelve el pueblo de Cardaño de Arriba, recorriendo por el cordal los 30 dosmiles que le rodean, así que decido llamarla "La Integral de Cardaño". Todo estaba listo, y por fin llegó el fin de semana esperado, los dos días soleados aunque con más calor del deseado, la nieve no estaría muy bien, pero era mi última baza. Preparo todos los telares, y sin hacerme aún una idea de las magnitudes de la ruta que me espera, salgo para Cardaño lleno de ilusión y con ganas de conseguirlo. La aventura resultó durísima y finalmente no pude completar mi sueño, pero estuve muy cerca, y todo el esfuerzo que fui dejando por el camino mereció la pena.





"La soledad es una fuerza que te aniquila si no estás preparado para superarla, pero que te lleva más allá de tus posibilidades si sabes aprovecharla para tu propio beneficio." Reinhold Messer

jueves, 27 de marzo de 2014

Pico Bodón

Volvemos a las tierras de Curueño a visitar a un viejo conocido, el Bodón. La otra vez lo subimos en primavera y me sorprendió muy gratamente, así que tenía ganas de conocerlo en invierno, vestido de blanco. La imagen que nos ofrece desde Lugueros, ya es motivo más que suficiente para querer estar de nuevo ahí arriba...