Por el Cordal de la Morala

Había oído hablar tantas veces sobre esta ruta, que a veces tenía la impresión de incluso ya haber estado allí. El año pasado tuvimos que suspenderla por el mal tiempo, y menos mal, por que yo me la habría perdido. Nos juntamos unos cuantos del grupo y nos fuimos para Vegarada, a encaramarnos a un cordal por encima de los 2000 metros para ir encadenando cumbres en un continuo sube y baja. Todo sonaba genial, eso me encanta. La ruta en si no se presentó demasiado exigente, pero las vistas fueron de 10.

Almanzor, un bonito intento

Volvemos a Gredos, ya me lo pedía el cuerpo. Adentrarme en ese mundo mágico, oculto tras el alto de los Barrerones. Esta vez iba con un objetivo desconocido para mi, el Almanzor. Podía haberlo subido en otras ocasiones, pero siempre quise dejarlo para más adelante, esperar a que llegara el momento en que estuviera preparado para subirlo en invierno. No siempre se gana, y al final todo quedó en un bonito sueño... pero nos prometimos no dejar de perseguirle, y que algún día volveremos.

Yarda, la mejor compañera

Hoy va por Yarda, mi pequeña. Igual es que últimamente me he deshecho en halagos para Lobo y me sentía un poco culpable... pero realmente ella se merecía un espacio aquí, un pequeño homenaje. Yarda es la que siempre está ahí, y me acompaña a todas partes tan feliz. Bueno, solo cuando la dejo... jejeje

Canal de los 2 Hermanitos

Últimamente llevamos una racha malísima con el tiempo por la zona norte. Pero esta vez, la olvidada Sierra de Béjar nos abrió una ventana de buen tiempo y optimismo, y no la pensábamos cerrar. Sin pensárnoslo dos veces, para allí nos fuimos, padre e hijo a la conquista de los Dos Hermanitos, así todo quedaría en familia.

Curavacas, por el Callejo Grande

El Curavacas, la Bestia Negra. Esa montaña que cuando ves desde la carretera, parece una pared vertical casi imposible de subir. Pero a la vez te seduce y te llama, y según te vas acercando a ella, parece tumbarse abriéndote el paso. 

Empezaba el día sin muchas expectativas y sin tener muy claro hasta donde llegaría. Pero como todos los días, las ganas y la ilusión no faltaban. Al final terminé cumpliendo un sueño, subir el Curavacas en condiciones invernales, mano a mano con mi colega Lobo.

Las Lagunillas

La idea era hacer una ruta circular desde Vidrieros, subiendo hasta Las Lagunillas, y recorriendo la arista que pasa por el Alto Las Huelgas y El Hospital hasta el Collado de Cabriles, y volver por la pedrera del Curavacas a Vidrieros. La niebla y la ventisca que me esperaban en la arista decidieron que no era el día, y me tuve que conformar con subir a Las Lagunillas y volver por donde había venido.

Risco de los Claveles y Peñalara

Mi primera a esta más que conocida y masificada montaña, el techo de Guadarrama. Quizá por eso, la cantidad de gente que la sube cada día, he tardado tanto tiempo en venir. Pero sabía que antes o después el día iba a llegar, y ya había ganas, así que al menos intente hacerlo fiel a mi estilo, subir desde La Granja. Una ruta bastante más exigente que la normal, y que supera el doble de desnivel. Como recompensa, una ascensión mucho más bonita y satisfactoria, en la que apenas te cruzas con nadie por el camino.