domingo, 24 de noviembre de 2013

Noche mágica en el Yordas


22 de Junio de 2013, una de las noches más cortas del año y con la luna llena más cercana a la tierra en mucho tiempo, parecía el día perfecto para cumplir un sueño. Esfuerzo, frío, sacrificio... todo ello premiado por una de las mejores noches de mi vida.




"No es más quien más alto llega, sino aquel que influenciado por la belleza que le envuelve, más intensamente siente." Maurice Herzog


La aventura comienza en la pista que une Lois con Liegos, subiendo por la ruta normal al Yordas, un camino precioso, aunque hoy llegar a la cima tan solo es la aproximación.


Por el camino me voy cruzando con toda la gente que ya baja de la cumbre, me miran raro y por un momento me hacen pensar si no estaré equivocado, aunque tengo claro a lo que he venido, ya no hay vuelta atrás.


Ya casi arriba, asoma el Espigüete sobre el embalse de Riaño


Y el cordal de Peña Cabeza

Y por fin en la cumbre. A mi llegada me estaba esperando esta paloma, que hecho a volar, como si se tratara de un símbolo de libertad, la misma que sentiría esa noche en la soledad de la montaña


Ahora tocaba currar un poco antes de que se haga de noche, me acondiciono un vivac y me hago la cama, esta fue mi suite, con vistas a Picos. 


Y con todo listo, ya solo quedaba sentarse a disfrutar


Cuando me quiero dar cuenta estoy envuelto en un mar de nubes, empieza la fiesta




A veces las nubes cubrían todo por completo, pero por eso no dejaba de disfrutar


Sobre las nubes, con el mundo a mis pies, que más se puede pedir...




La luna llena ya se dejaba ver sobre el embalse de Riaño


Las nubes, en un continuo juego con las montañas, y yo, único espectador de este regalo de la naturaleza. 



Pasen y vean, todo un espectáculo




La vista de Picos, poco más que decir...


Tengo la sensación de que nunca llego a hacerse de noche por completo, siempre asomaba un halo de luz en el horizonte, y la luna iluminaba todo por completo 




Las luces de Riaño sobre el embalse, las nubes... parecía todo surrealista, como si estuviera en sueño, y en cierto modo algo así era.


Y ya iba siendo hora de meterse al saco, en mi habitación con vistas inmejorables




De vez en cuando abría el ojo, y pude ver como la niebla había bajado por completo, pensé que tendría un amanecer perfecto, pero cuando me volví a despertar las nubes cubrían todo, hasta la cima, y apenas pude ver nada, aunque durante unos minutos el cielo se abrió y me dejó disfrutar del amanecer sobre el Espigüete. 


Pero al momento se volvió a cerrar, y poco más pude disfrutar del amanecer, excepto este pájaro jugando a cortar las nubes.



Este era el panorama en la cumbre, así que me puse a bajar poco a poco


Disfrutando del paisaje, y pensando en todo lo vivido esa noche



Desde ese día, cada vez que paso por Riaño no puedo dejar de mirar la cumbre del Yordas, que tan buenos recuerdos me trae.




3 comentarios:

  1. Ey Dani!, que buenos recuerdos me ha traido este reportaje!... en el año 2000 hice lo mismo que tú y guardo un recuerdo de los mejores que he pasado en la montaña... lástima que de aquella no tuviera cámara digital... pero con tus peazo de fotos he recordado esa noche por todo lo alto... como mola dormir ahí arriba!!!... Ah! y enhorabuena por este peazo de Blog que acabo de descubrir!!! ;)

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    1. Claro Vidal! no te acuerdas que antes de irme a dormir al Yordas estuve hablando contigo, que andaba ahí con las típicas dudas previas jajaja la verdad que fue increíble, para mi también una de mis mejores experiencias en la montaña. Gracias por lo del blog, lo acabo de echar a rodar así que poco a poco ya lo iremos llenando, a ver que tal

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    2. Joder!, es verdad, ja, ja, ja, tengo la memoria cada vez peor, je, je, je... mira que mientras leía tu relato me parecía muy familiar la actividad, ja, ja, ja... pues con estas actividades tan guapas seguro que va a ir superbien este blog!, yo por lo menos no pienso perderme ni una entrada!!! a por ello amigo!!! ;)

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